No hay nada mejor después de recibir una paliza que una sesión de baño y masaje. Eso es lo que se dio, más o menos, los Dallas Mavericks en Portland. El equipo texano venía de recibir un severo correctivo por parte de los Golden State Warriors pocos días después de caer, esta vez en los últimos minutos, ante los Phoenix Suns. Dos derrotas antes los dos primeros clasificados de su conferencia que empeñaban un poco la magnífica racha de resultados que acumulan desde hace ya bastante tiempo. Son 12 triunfos en los últimos 15 partidos para un equipo que entonces no llegaba al 50% de victorias y que ahora está en el 57,1%. Y con la ventaja de campo cada vez más cerca. La derrota de Utah ante los Suns les deja a dos partidos del cuarto puesto.