Se decía de Luis Enrique cuando era entrenador del Barcelona que manejaba un Excel. Lógicamente, usaba la hoja de cálculo sólo con algunos, porque el famoso Tridente (Messi-Suárez-Naeymar) era intocable. Pero con futbolistas como Iniesta, que ya habían pasado la treintena, hilaba muy fino. Para el asturiano, el reparto de esfuerzos, intensos como son en el fútbol posmoderno, es básico para garantizar el máximo rendimiento. Si lo hizo en la Eurocopa, con más motivo lo hará en este tercera edición de la Nations League que arranca justo a final de temporada cuando las fuerzas flaquean pero, sobre todo, cuando hay un Mundial que cambia de fechas. Será necesario estar fino desde principio de temporada para estar en perfecto estado de revista a finales de noviembre.