Estos Sixers son, ahora sí, los que esperábamos. Tras tres victorias consecutivas llegan los problemas para el equipo de Doc Rivers, que pierde la segunda oportunidad de pasar a semifinales, su segundo partido seguido y la oportunidad de cerrar una serie que se alarga más de la cuenta. Nadie jamás, en la historia de la NBA, ha remontado un 3-0 y nadie espera, al menos por pura estadística, que lo hagan los Raptors. Pero los Sixers ganaron el tercer partido de milagro, cayeron en el cuarto y lo han vuelto a hacer en el quinto, esta vez ante su público. Y ahora tienen que volver a viajar a Toronto para disputar un sexto que no querían jugar, ante un rival con dinámica ascendente (y que acaba de salvar otra vida), que se ha atrincherado en defensa, que no tiene nada que perder y que piensa y siente que todo es posible.