Militao y diez más
El partido del Real Madrid en París fue un desastre en ataque, sin paliativos: apenas tres remates, ninguno de ellos a portería, y la sensación constante de que probar los guantes de Donnarumma era una quimera. El PSG se hizo con el balón (58% de posesión) y conjuró todo el peligro blanco con una línea de tres centrales que se comió al tridente formado por Benzema, Asensio y Vinicius. Aunque sí puede el Madrid sacar conclusiones positivos de su partido en defensa: solo le toleró al PSG ocho tiros entre palos, la mayoría lejanos y de escaso peligro, y aguantó el 0-0 hasta el 94', minuto en el que Mbappé tiró por tierra el esfuerzo blanco, liderado por un Militao que se consagró como un central con todas las condiciones para el Real Madrid.


