RACING | EL ALARGUE El Chico Maravilla y Capitán Ampuero
Dentro de muchos años, cuando los racinguistas de hoy hablen de esta temporada, como los de antaño recuerdan el autogol de Pombo o la promoción contra el Español (entonces llevaba ñ), sin duda habrá dos nombres que pasarán de generación en generación de racinguistas: Pablo Torre e Íñigo Sainz-Maza, la estrella que fue el factor diferencial del equipo y el capitán que lo lideró y que marcó cuando tuvo que marcar, en Riazor, el día que lo cambió todo. Romo, que es muy bueno en la sala de prensa, ya bautizó al de Soto con nombre de superhéroe, 'El Chico Maravilla', y yo me atrevo a proponer el de 'Capitán Ampuero' para Íñigo, un cúmulo de virtudes racinguistas que me empieza a parecer sobrenatural. El cuarto de hora posterior al final del partido, en el que no dejó solo ni un solo momento a Pablo, roto por la emoción, fue una sobredosis de racinguismo que incluso desde la grada era difícil de gestionar. Otros ganan títulos, juegan en Europa o disfrutan de un estadio que no se cae a pedazos, pero el Racing tiene momentos como este y superhéroes como El Chico Maravilla y el Capitán Ampuero. Que nos quiten lo bailao.