Decepcionante domingo para Fernando Alonso, otra vez, que abandonó en la séptima vuelta por un toque en la salida con Mick Schumacher. El contacto fue pequeño, pero dañó seriamente los pontones del Alpine e impidió competir al asturiano. La carrera aún no había terminado en Ímola cuando el bicampeón español charló con AS: «Me siento con poca suerte, todo el mundo estará de acuerdo. Problemas de fiabilidad, lo que sucedió en la clasificación de Australia, hoy en la salida todos se tocaron y a nadie le pasa nada, los coches son irrompibles pero el nuestro se destruye por un toque pequeño con Mick, y ya ni siquiera sé si podremos utilizar este suelo en Miami. Son muchas cosas que están fuera de nuestro alcance y que no son causa de nuestros errores, simplemente por otros. Es muy doloroso».