La agenda de un piloto de Fórmula 1 rara vez concede encuentros casuales. Cuando se suben al coche, la jornada está salpicada de reuniones con ingenieros. Cuando no, a las mismas reuniones se suman sesiones fotográficas, ruedas de prensa, entrevistas, corralitos de televisión o encuentros con invitados VIP. Además, cruzar del hospitality al box suele convertirse en un carrusel de selfies y autógrafos. Apenas queda rato para una charla entre compañeros como la que mantienen, bajo el sol del desierto, Carlos Sainz (Madrid, 27 años) y Fernando Alonso (Oviedo, 40 años) a la hora de comer, hasta que alcanzan la puerta trasera del garaje de Ferrari en el paddock de Sakhir. El madrileño se pone los auriculares y desaparece de camino al interior. El asturiano se queda para charlar un rato con AS sobre la temporada 2022, su 19ª en el Mundial, la que está a punto de comenzar este fin de semana con el GP de Bahréin.