De la ilusión al miedo y, de nuevo, a la casilla de salida. Cerca de las 18:00 de la tarde de hoy, Rafa Nadal dejaba. El balear, en medio de una gran ovación, salía a la Philippe-Chatrier, la pista central de Roland Garros, para preparar su debut en Francia. Pese a caer en el Masters 1.000 de Roma con mucho dolor en el pie izquierdo, debido a su lesión crónica (síndrome de Müller-Weiss), el tenista español tenía clara su presencia en el Grand Slam que ha ganado 13 veces. "¿Si voy a ir a Roland Garros? No estoy lesionado. Soy un jugador que vive con una lesión constante", remarcaba tras caer frente a Denis Shapovalov en Italia.