La mayoría de los aviones que deben sobrevolar el océano Pacífico en muchas de sus rutas establecidas, no lo hacen debido a una serie de razones, que provoca que algunos vuelos de larga distancia se conviertan en una odisea debido a las diferentes escalas durante el camino o por la diferenciación horaria de algunos países. Por ejemplo, los vuelos procedentes de Estados Unidos y con destino a Japón, se dirigen hacia el norte, aproximándose al mar de Bering y a Alaska hasta sobrevolar el Macizo Continental, en vez de cruzar en línea recta el océano Pacífico.