Encaramado en lo alto de un muro, el que separaba la explanada del RCDE Stadium de los aficionados ávidos de festejar el retorno a Primera División del Espanyol, el pasado 9 de mayo, Keidi Bare (Fier, Albania, 28-08-1997) fue terriblemente feliz. Y temerario: varios compañeros y el legendario Tommy N'Kono tuvieron que sujetarle los pies para que no cayera al vacío, a unos 20 metros, en una imagen ya simbólica. «A lo bruto», así cuenta también que aprendió castellano este internacional albanés y perico –y por tanto, anfitrión paradójicamente mañana ante la Selección, más si cabe –, que llegó a España a los 15 años y al que tristemente algo le suenan penurias como las que ahora sufre el pueblo ucraniano.