Los Hornets se han vuelto a estrellar. Otra vez en el play-in, otra vez como el décimo entorchado y en su enésimo fracaso como franquicia. Siguen siendo uno de los dos equipos, en un dudoso honor, en no haber jugado nunca unas finales de Conferencia. Y tienen, además, el récord de más temporadas consecutivas sin superar una ronda de playoffs. Concretamente desde 2002, en esa plantilla que lideraba Baron Davis y en la que estaban jugadores como Jamal Mashburn, David Wesley, Elden Campbell, P.J Brown y compañía. Ese año ganaron a los Magic en primera ronda (3-1) antes de perder en semifinales ante los Nets (4-1). Eran un equipo descarado, divertido, polifacético y ofensivo que entrenaba Paul Silas y llegó, como franquicia joven, a dichas semifinales en dos temporadas consecutivas, en 2001 llevando a los Bucks de Ray Allen y George Karl al séptimo partido. Un recuerdo lejano de una entidad precoz que cae en la misma piedra una y otra vez.