La presencia de Gerard Piqué fue la gran novedad de la sesión matinal, pasada por agua, de este miércoles en la Ciutat Esportiva. El central catalán, que arrastra una tendinopatía en el aductor izquierdo desde hace varias semanas, no pudo aguantar más el dolor y se tuvo que retirar el pasado jueves durante el partido de ida ante el Eintracht de Frankfurt. Tras una semana intensa de trabajo de recuperación en el aductor, las molestias han remitido lo suficiente para que Piqué se haya querido probar. Si las sensaciones son buenas, el central estará en la convocatoria. Una presencia que se intuye como necesaria a todas luces, tanto por la exigencia física del rival como por la trascendencia del encuentro, que daría paso a una semifinal europea.