Las despedidas nunca son fáciles. Siempre queda algo por decir, algo por hacer. La nostalgia por lo que se fue y la incertidumbre por lo que vendrá. El Levante no sólo dice adiós a la temporada, también deja Primera, con una victoria que evidencia las virtudes y los defectos que le han llevado a tal destino: es letal arriba, pero débil atrás. Los granotas descienden con 76 goles encajados, su peor registro histórico. Eso sí, ofrecieron un nuevo recital en ataque. Un ataque digno de la máxima categoría. Merced a un acertado Melero, que firmó un doblete; a un inspirado Morales, que marcó y asistió y a un emocionado Coke, que puso punto y final a una etapa y quizá a una carrera. No pudo ser en mejor lugar, en Vallecas, el estadio que le vio nacer como futbolista y una afición que nunca le olvida. Una hinchada que tendrá que esperar a la próxima temporada para celebrar su primer triunfo de 2022… Y será en Primera. Por eso su despedida fue dulce pese a la derrota, ya que salió victorioso de la más importante de las batallas, la de la supervivencia.