Las estrellas de Pekín: Queralt brilla en una constelación única
El mejor entre los mejores, dentro de una Noruega que ha vuelto a dominar el medallero de forma incontestable. Su forma de competir es vibrante. Una fuerza de la naturaleza que, con una potencia salvaje encima de los esquís, disipa su torpeza en los momentos más delicados, apuntando con la carabina. “Quiero ser como Martin Forcaude”, ha confesado en varias ocasiones. Dentro del olimpismo, ya le ha superado: ocho preseas para el rey vikingo por siete de la leyenda francesa.