, la tenista ucraniana de 21 años que lo pasó mal para huir de la guerra en su país hace sólo unos días, avanzó este jueves hasta los cuartos de final del WTA 250 de Lyon (Francia) a costa de la española de origen moldavo Cristina Bucsa. La jugadora nacida en Odesa, uno de los objetivos prioritarios del invasor ejército ruso enviado por el presidente Vladmir Putin, compitió con una bandera de su nación extendida en su banquillo que se echó a los hombros para celebrar su triunfo por 6-2 y 6-3 en 65 minutos. «Estaba muy nerviosa, porque quería ganar partidos por mi país. Este torneo es muy emocional para mí. Pero estoy muy feliz por haber ganado hoy», expresó.